Por último, podemos realizar el análisis minucioso de los niveles de contaminación existentes en cualquier sitio -no sólo superficial sino también del subsuelo hasta la profundidad que se requiera-, identificando si son o no contaminantes peligrosos, y pasar si fuese necesario, a la etapa de remediación en cualquiera de sus dos vertientes: a) Retiro y manejo de los residuos peligrosos hasta su confinamiento final, y b) Remediación biológica in situ con las técnicas más avanzadas, aprobadas por la SEMARNAT y la Environmental Protection Agency (EPA) de los Estados Unidos.